Ganar seguridad: creencias asertivas

Cómo ganar más seguridad: creencias asertivas

Cómo ganar más seguridad: creencias asertivas

En otras entradas al blog ya vimos lo que significa ser asertivo, incluso dimos algunas pautas para comportarnos de manera asertiva.

Lo que quiero que tratemos hoy es qué creencias nos impiden o nos ayudan a comportarnos con asertividad en algunas situaciones. Es nuestra forma de pensar la que condiciona la manera en la que nos comportamos frente a las presiones externas. Las creencias que desarrollamos sobre como deberíamos comportarnos hacen que nos parezca imperdonable un comportamiento o nos lleve a actuar de determinada forma que en algunos casos puede que no sea asertiva.

Creencias que nos ayudarán para desarrollar un comportamiento asertivo:

  1. Puedo hacer peticiones y decir lo que siento. Además, puedo aceptar un «no» por respuesta y entender los motivos que llevan a denegar nuestra petición, aunque no los comparta. Puedo no sentirme capaz de realizar algo y pedir ayuda sin sentirme torpe o inútil. Puedo mostrar afecto y alabar sin que eso me lleve a tener un sentimiento de debilidad o inferioridad.
  2. Puedo aceptar una crítica. Puedo reconocer mis errores sin que ello me haga sentir inferior y sin ponerme a la defensiva. Si la crítica es positiva, la usaré para mejorar. Si es destructiva, la ignoraré.
  3. Puedo decir «no» y negarme a las peticiones abusivas que me hagan sin sentirme culpable. Puedo mantener mi postura aunque pueda parecer antipático. No puedo gustar a todo el mundo y no tiene porqué gustarme todo el mundo. Lo que sí puedo es respetar y ponerme en el lugar de cualquiera pero no tengo porqué fingir afecto.
  4. Puedo pensarme las cosas. Puedo pedir un plazo de tiempo para pensar pese a que me metan prisa. Puedo esperar el tiempo necesario para serenarme y hablar con tranquilidad. Puedo negarme a actuar con impulsividad aunque me lleven a ello.
  5. Puedo pedir aclaraciones y preguntar mis dudas respecto a cualquier tema. Si no entiendo algo puedo preguntar hasta que me quede claro. Ni necesito sentirme inteligente ni necesito ser especial. Puedo pedir que me expliquen lo que no sé.

Si tenemos claro lo que queremos y su legitimidad, la asertividad formará parte de nuestro repertorio de comportamientos y surgirá de manera espontánea. Algo legítimo es algo que contribuye al bien de todos, que satisface lo que queremos y que no atenta a los derechos de los demás.

Quizá esto haga que los demás nos valoren más y, en consecuencia, que nosotros también nos valoremos más.

Néstor Villa

Deja un comentario